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De La Quimera, El Dolor

by Antier

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Alexander R
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Alexander R Drums, guitars and Spanish voice will envelope yourself and will touch your inner being. You'll be completely drown in a beautifyl melodies of this emotional music. I'm such a lucky guy to find such an underground godsend. Favorite track: En Un Último Suspiro.
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1.
Será verdad que en el fondo somos todos iguales, en busca de la quimera por la que valer nuestro coraje, capaces de verter nuestra propia sangre por un sueño inalcanzable. Dispuestos a recorrer mil ciudades en busca del afecto de un solo romance. No somos cobardes. A merced de un juego de un solo intento, nos batimos a un duelo por el que morir bajo el cielo. Sin dejar al lamento frustrar nuestros mejores momentos, creamos un mundo donde nadie está cuerdo, un mundo del que no podemos escapar. No habrá pena ni gloria que nos haga sentir honrados. Un largo camino dulce y amargo en busca de un significado, al árbol caído que vivió tantos años, a esa mirada que nos romperá en mil pedazos. Por ello, debemos apreciar la fragilidad de la noche, no temer a nuestros más dolorosos recuerdos, escribir en cuadernos vivencias sin miedo. Saber aliviados que no hay nada escrito, que el ahora es un lienzo que siempre estará nuevo.
2.
Es bajo el mismo cielo cuando echo de menos una página en blanco sin misterios resueltos, donde poder escribir aquellas historias que otros no pudieron, donde poder escribir un relato sincero que no guarde secretos. Es bajo el cielo cuando echo de menos una página en blanco sin misterios resueltos, que me recuerde a la orilla de la que un día fui dueño, y sin darme más cuenta ahora estoy preso. La brecha en el lienzo surgió sin remedio. No importa el camino, la falta de aliento, el paso al olimpo era solo un invento. Vendieron su alma en busca de alivio, en busca de un lugar donde volver a empezar, sin importarles la culpa el precio a pagar. Se ha abierto la veda donde el aire era puro, se ha roto el silencio en un mundo sin rumbo, a merced del invierno el eterno verdugo, y sus días oscuros que acechan ocultos. La tierra de gracia cubierta de escarcha, el placer de la brisa convertido en ceniza. Ya no queda esperanza donde el sol agoniza, ya no queda esperanza donde las flores marchitan. Así es la mentira que me devora por dentro, el engaño de otros que nubla mis sueños, como el mismo veneno que hiere en silencio, todo arde y la verdad resurge de nuevo. Promesas perdidas en busca de auxilio, frente a muchos deseos que aún no han sido escritos. Quimeras, carentes de sentido tras el día, en que mueran las estrellas. Son muchos los sueños que en el mar padecieron, tesoros perdidos que nunca existieron, son ahora el señuelo para todos aquellos, que un día creyeron en el amor verdadero. Ya no es hermoso donde el sol no es eterno, quiero flores naciendo del hielo, así me gustaría pasar el invierno. Ya no es hermoso donde la verdad tiene un precio, ahora el llanto refleja todo lo cierto, en un juego del que soy prisionero. No quiero volver a sentir, ni por un solo instante, que pudiera ser cierta la existencia de sueños inalcanzables. No quiero volver a sentir, ni por un solo instante, que no sea posible florecer tras la tormenta, renacer tras la batalla, carente de sentido, vacía tras la brecha, que en mi alma dejas.
3.
Ajeno a la quimera, encerrado en la verdad, el edén que prometieron, no es más, que un lugar, más allá de la miseria, lejos de la frialdad, de la caza álgida por el desespero cuando las estrellas dejen de pasar. Y saber que no hay leyenda más bella, que aquella en que la guerra pudiera ser eterna. Debo confiar pues en que la reina vuelva a despertar, de entre la noche sombría, solo me cabe esperar en que algún día, no habrá pugna ni jauría a la que no me pueda enfrentar. Remota es la línea que separa la cordura de la libertad. Mi mirada perdida en un mismo paisaje donde nace y muere, aparece y desaparece, esa sensación de no poder escapar, de venderme a cualquier precio, sin poder mirar atrás. Esa ilusión desesperada a no poder huir, a marchar lejos de aquí, donde la guerra siga viva y en las calles quede escrita mi humilde voluntad. Desesperado, con temer a creer en algo nuevo, a vivir nuevos recuerdos y descubrir si es posible, bailar en pleno invierno. Reto al tiempo a detenerse por un momento. Reto al tiempo a cambiar el curso de mis versos, malgastados bajo la sombra que me hace sentir, que todos tus recuerdos son capaces de vencer a mis sueños, cautivo en el pasado el tiempo sigue girando. Ha llegado el momento de partir a cualquier lugar, enfrentarte a la quimera que nunca más alcanzaras. Ha llegado el momento de correr sin parar, más allá de tus ideas, más allá, en algún lugar, lejos de la miseria, donde nunca creíste poder estar. Pudiera ser que hubiese un lugar, más allá de la miseria, del abismo invernal, de la caza álgida por el desespero, cuando las estrellas dejen de pasar. Un lugar donde sí poder apreciar el albor junto al río, el sentir bajo el frío de mil pétalos cubriendo el rocío. Quiero saltar al vacío, poner a prueba lo que fue mi destino, y esperar caer donde nadie ha caído. Retomar cuanto más me ha dolido, arriesgar a encontrarme con lo que más he sufrido, renunciar a la cordura por morir rodeado en un manto de lirios. 
4.
La euforia parece durar para siempre, no hay cumbre ni orilla que no estén a mi alcance, será que los dioses siguen presentes, en esta catarsis de ilusión y romance. Y en un sinsentido todo esfuerzo es en balde, la luz desfallece, y los gritos ambiguos de deseo y anhelo, se pierden entre los mayores altares. El miedo arrebata el último claro, con cada alarido se incita al heraldo de la lluvia escarlata, que ajeno a los llantos, inunda los prados con los que antes soñaba. Heridas que sangran de la misma crisálida, que en su día guardaban mi vida e infancia, padecen la ira del diablo enojado, que antes narraba la salida del alba. Por última vez, el mar se acerca. Por última vez, la reina despierta. Por última vez, despierta la reina. Por última vez, se aprecia la estela de Venus y Eneas. La noche florece cubriendo de estrellas, la tierra arraigada de sangre y miserias. Rojo reflejo eterno en el cielo, sirve las calles de doctrina y recuerdo, custodia mi desdicha, desvela la mentira de mis mejores momentos, ignorantes todos ellos. Hoy resurjo de nuevo cubriendo mi rostro de aquel mismo velo, que bordado de ira, manchado de hambre, fue degollado en silencio. Los culpables sienten miedo a las puertas del invierno. Frente a ellos se derrumba la inocencia de todos mis sueños.
5.
Arde el silencio, entre lamentos de amargura, se queman las leyes, prende la llama, el brillo perenne que nace del odio, la sangre vertida, de aquellas historias que nunca se olvidan. El hambre se impone, insaciable cuando padece, sin lunas ni estrellas que iluminen el norte. Pues el hombre se muere, cuando la ira amanece, entre promesas perdidas, que perduraran para siempre. Qué fácil es herir, sangrar, dejar atrás la belleza, sin dejar de respirar. Bailar, bailar, en un delirio incontrolable, sin memoria ni moral. Ansío en cada instante no volver a sentir que del bien nace la paz, la lucha por la gloria, temer a los demás. Cordura tras la herida que nunca más volverá a cerrar. Danza de mi alma, fuente de esperanza, alegre en la venganza, sobre los que no supieron amar.
6.
Sentir el final.
7.
Frente a mi desfallece, la ilusión de una vida, promesas a la deriva sin rumbo, ni cabida, en esta tierra de desidia. Repleta de ignorancia, eterna a la luz del alba, fugaz cuando el sol se marcha. Mar arbolada, que quiebras y destruyes mi coraza. Brisa doliente que hieres mis entrañas ante la luna rosada, fruto de la matanza, reflejo de las lágrimas que sangran de mi alma. Hundido en la nostalgia lejos de mi infancia, ajenos a la orilla del hogar del que partieron, mis sueños se marchitan, con el paso de los tiempos. No queda ya esperanza para salvar del olvido mis mejores recuerdos. Y no poder decir que lo que siento es sincero, temer que sea fruto del miedo. Mi locura, razón del olvido que aguarda, tras la amargura de este momento. El mismo dolor, corriendo por mis venas, alimenta al apego que mi corazón alberga. Más fácil es amar en esta ignorante ventura, que aceptar en mis manos espinas que queman.
8.
Todo por lo que dejé de vivir, todo por lo que estoy dispuesto a morir, se desvanece en el regreso al gélido invierno del que juntos escapamos, por el edén del deshielo que en tus ojos se apreciaba. Debo elegir entre abandonar en el recuerdo, o esperar que esta mi cruzada, se ensañe con mi alma. Debo marchar sin mirar atrás, en busca de un nuevo comienzo, sin fortuna a la que esperar. He de huir para no volver, deshacerme de la fábula, y la amargura del final. Ser libre del dolor, olvidar el oasis de esta travesía glaciar. Volver a nacer, morir, insistir en la imagen de un afecto inmortal. Volver a nacer, volver a sentir, con cada resplandor, vuelvo a ser, el que un día fui.

about

Chimera: a thing which is hoped for but it is illusory or impossible to achieve.

“De La Quimera, El Dolor” is the emotional result to the loss of a dream. The album has different cuts but there is a concept that embraces them all and that evolves with the music along the record. A journey with a hopeful start, but as it continues, despair and weakness appear and develop until the end. The end is to run and never return, to run to be born again. All these emotions are described through different passages: from beautiful dreamy parts to lavish crescendos fueled with layers of raging guitars and vocals.

credits

released October 17, 2016

Santiago Arderiu: Drums and vocals
Victor Gil: Guitars

Guillem Laborda: Keys on 1, 4 & 5
Gemma Llorens: Cellos on 2 & 4
Marta Catasús: Vocals on 4

Produced by Jorge Mur.
Recorded by Mr. Ax at Cal Pau Recordings and Axtudio.
Mixed by Mr. Ax and Jorge Mur at Axtudio.
Mastered at Perdido Studios.

Design by Maria Picassó i Piquer.
Original cover picture by Miguel Soll.

℗ & © 2016 Antier
All copyrights in this sound recording are owned by Antier.
All rights reserved.

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about

Antier Barcelona, Spain

Beautiful dreams and raw despair from Barcelona.

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